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¡¡¡¡¡¡¡Feliz año nuevo cangüés!!!!!


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Por Rafael Álvarez Flórez 02 jul, 2020
Este año, la peña Barriga Hubiera, celebra el 50 aniversario de su fundación y lo hace rodeado de todos sus componentes, tanto los que en su día pertenecieron a la misma y por motivos que no vienen al caso se fueron y los actuales, así como de sus amigos, LAS PEÑAS DE LA PÓLVORA y todos los cangueses. En primer lugar esta peña fundada en 1.963 por 10 amigos, que se unieron para merendar y tirar unos voladores, que escogieron un nombre tan cangués, y un sitial mas cangues todavía, como es el barrio del Cascarín, quiere manifestar la alegría de todos nosotros, por haber perdurado en el tiempo y haber colaborado para que las Fiestas del Carmen, los fuegos del día 15 y su Descarga hayan sobrepasado con sobresaliente todos los avatares de estos 50 años y los que nos quedan…. En estos momentos de euforia, no podemos dejar de recordar a los fallecidos de todas las peñas pero, como es lógico, sobremanera a los integrantes de nuestra peña que nos han dejado a lo largo de todos estos años…. Casimiro; Vicente Gil, Miguel el Chapas, Gilberto Flórez , cuyo hermano Nacho y su hijo son actuales componentes de la misma, Nel Cuesta , fundador e inolvidable, con su humor acido y sarcástico, furibundo contrario de Falo, pero su íntimo amigo, Frailín (nadie tiraba mejor los voladores por debajo de la pierna); José (Aragonaes), el hombre goma y nos comunican que hace unos días falleció otro fundador que llevaba muchos años viviendo en Oviedo, Esteban Pepillo ; y los mas jóvenes Endika Abad y Alberto Sierra. A todos ellos este imborrable recuerdo, y manifestarles que han contribuido muy mucho al esplendor de esta peña y a su perduración. Esta peña creció y se mantiene gracias a todos sus componentes, con sus Presidentes al frente, Falo, fundador y aquí las cosas se hacen porque lo digo yo y el que no a la calle, pero gracias a él seguimos, Tahoces, puso la técnica y el trabajo, construcción de maquinas, colocación etc,, Joaquín Cuervo sensatez y positivismos, el gran Pacuti,la alegría y regalos, Victorino organizó y puso el orden necesario para la continuidad que peligraba y sus cantares , Roberto Chacon la transición bien llevada, Lucas el delfin eficaz para aunar los dos grupos, la peña y los juveniles y el actual Sergio la continuidad a través de todos sus colegas, pero también gracias a nuestros dignos adversarios durante años, y a la vez amigos, Peña El Arbolín, La Amistad, La Alpargata, El Cachu, El Sarmiento y tantas otras peñas creadas a lo largo de estos años, evolucionando con los tiempos hasta llegar a un numero ……. Y en el que destacan las peñas Femeninas…. De todas ellas Asturias entera, que digo Asturias digo España, se muestran envidiosas… La Peña Barriga Hubiera es consustancial con el Barrio de El Cascarín , pues allí en el camino de la fuente es el lugar elegido para cenar y realizar nuestra tirada desde siempre, y los habitantes de este hermoso barrio están hermanados con la Peña desde el primer día… Siempre nos mostraron sus mejores caras, nos invitaron a sus casas, nos ayudaron y nos dejaron sus estancias para guardar máquinas y otros objetos… Mostramos nuestro agradecimiento a todos ellos, pero no debemos de dejar de mencionar a los fallecidos: Pládano, Emilio el Ferreiro que sin pedir nunca nada a cambio nos dejaba su huerta, llena de aguaspinos, que cogíamos y bajábamos a la verbena de Los Nogales comiéndolos… para emplazar nuestra máquina de barrenos y resguardar estos mismos en su tendejón, y como a la Casa “Seguro” del Cascarín , con la abuela al frente y su hijo Enrique que nos ayudaron en todo y cuya casa tomamos como nuestra… A todos ellos y a sus familias muchas gracias de corazón…. Pero como es posible que se subsista tantos años?, es fácil de responder contribuyó a eso el esfuerzo de todos, y la solidaridad de las demás peñas y de todos los cangueses y de muchos amigos de afuera, que quieren a Cangas, pues nuestra financiación, al igual que otras peñas, parte de las aportaciones de los socios, pero también de la contribución de todos los que participan en la compra de papeletas de lotería, que desde hace mas de 30 años venimos sorteando y con poca suerte…pues el día que toque …BARRIGA HUBIERA…. Hemos ideado venta de coches, un Seat 127 que no apareció la papeleta vendida en la antigua Sala Trébol, espectáculos de striptease, a este tengo que decir que no faltaba ningún componente de la peña, obedeciendo consignas muy claras….puesta de bares, en que si no salíamos perdiendo salíamos a ”pre”, pues había mucho consumo interior…En fin financiaciones legales…. Recordar como todas las peñas montábamos nuestras propias maquinas, nosotros en el terrible prao de Maleta con un desnivel comparable a la subida de El Acebo…los morteros y al final el disparo… de tal forma que los suministradores de la pólvora, muchos de ellos de Valencia, como Caballer, Brunchú…decían estos de Cangas están locos… nuestra locura lleva ya 50 años..y que siga, pues en estos años, ha venido gente empujando, ha crecido la Peña hasta límites insospechados, por nosotros, y estos chavales que nos están reemplazando aunque no echando… vienen con una fuerza inusitada, con unas ideas geniales, con un trabajo enorme y me parece que con muchas ganas de beber…comer y quemar pólvora….prueba de ello es que ahora componen esta peña 90 socios….Todo se basa en la alegría, la amistad, la pólvora y Barriga Hubiera muchos años…para proseguir…. Dentro de poco, nuestros amigos “los Murcielagos” otros que tal bailan, nos amenizarán la velada (como se decía antiguamente), con sus canciones…. Gracias Gerardo Menéndez, Gerardo Marcos, Alberto Lobato, Pin Rengos (fundador de B. Hubiera), José Luis, Miguel Ángel Cabanellas por vuestra leal amistad y vuestra generosidad por actuar en este día……de BARRIGA BUBIERA. VIVA BARRIGA HUBIERA, VIVAN LAS PEÑAS DE LA POLVORA, VIVA EL CARMEN..VINA EL VINO Y NO DIGO VIVA LA KILIKA, PORQUE ME RIÑEN… A DIVERTIRSE
Por Rafael Álvarez Flórez 02 jul, 2020
En primer lugar felicito de todo corazón, a mis amigos del Arbolín por tan magnífico acontecimiento, como es el celebrar, nada menos que el SETENTA Y CINCO aniversario de la fundación de su peña, lo que tiene mucho mérito, tanto como que es la primera de las peñas que lo logra y es un hecho sobresaliente en el acontecer de cualquier sociedad, ya que han sabido transmitir durante al menos cinco generaciones todos los sentimientos de amistad, camaradería y compañerismo que lo han hecho posible y han sabido sobreponerse, durante todos esos años, a los momentos de desánimo y a algunas situaciones delicadas y excepcionales. Aún me acuerdo de que siendo niño, en las noches del 15 de Julio, después de cenar, me asomaba a la galería de mi casa, en la Plaza, para ver los voladores y las candelinas que los componentes del Arbolín tiraban durante la cena y antes de los fuegos artificiales de la verbena de los Nogales. Todavía es el día de hoy en que no tengo muy claro como, si todos mis amigos y vecinos, de la adolescencia y primera juventud (José Gayón, Braulio el Ficho, Caco, Rodri, Julio, Pepe el Gallego, Antón el Bonito, Arturo Marcos,…) se enrolaron en el Arbolín, no lo hice yo también. Quizás se debiera a que por aquella época yo estaba estudiando en Oviedo y pasaba largas temporadas fuera de Cangas. Con el paso de los años, llegó 1964 y participé con otro grupo de amigos (Nel Cuesta, Secundino el de la Planchadora, Joaquín el de Irene, Pepe Rengos, Modesto Freije, Arturo Pertierra, Víctor Gión y Esteban el de Pepillo) en la fundación de la Peña Barriga Hubiera. Es a partir de ese momento y hasta la actualidad cuando compartimos con el Arbolín primero y con el resto de las Peñas de la Pólvora, que sucesivamente se fueron formando, después, esa forma tan nuestra de vivir Cangas y todo lo que rodea a la Sociedad de Artesanos y a las fiestas del Carmen y de la Magdalena. Desde el principio la competencia y la piquilla en los disparos que ambas peñas (El Arbolín y Barriga Hubiera) protagonizaban fueron un acicate añadido a las enormes ganas que todos teníamos por ser los mejores como peña. Recuerdo muchas anécdotas de esa época, pero para no ser excesivamente prolijo solamente me referiré a dos. Un año de mucha sequía se incendiaron el monte del Cascarín y la campa del Fuejo, como consecuencia de la tirada de los fuegos artificiales de las peñas, de la noche del 15 de Julio y los de Barriga Hubiera, después de apagar el fuego del Cascarín, alarmados por la considerable magnitud que adquirían las llamas, fuimos raudos hasta el depósito del agua para ayudar a los del Arbolín a apagar el fuego del Fuejo, lo que se consiguió, después de alguna que otra quemadura y del correspondiente tiznado y me acuerdo que al final, con el fuego ya apagado, acabamos todos compartiendo un magnífico “capilé”, que estaba hecho con orujo, ya que a aquellas horas de la noche el agua se había acabado, produciéndose algún “descarrilamiento”, sin mayores consecuencias, a la hora de bajar a los Nogales. En otra ocasión, que fue el último año en que se hizo tirada conjunta de fuegos artificiales, en aquella época, estuve buscando, por Cangas, a Arturo Marcos, toda la noche, para “darle su merecido”, porque estuvo “mareando la perdiz” mientras las otras peñas tirábamos nuestros fuegos, a la vez y cuando acabamos el Arbolín en solitario se lució tirando su colección. Pero la sangre no llego al río y como consecuencia de aquel incidente se decidió que para los años venideros cada peña tirase su colección de fuegos artificiales en solitario y por riguroso sorteo para designar el orden de tirada. Durante todos estos años, como consecuencia de tener inquietudes similares en los temas festivos del Carmen, coincidimos también en otros ámbitos en los que hicimos juntos todo lo posible porque las fiestas del Carmen y de la Magdalena fueran algo de lo que nos sintiéramos orgullosos. Así nos toco vivir y colaborar con la Sociedad de Artesanos, con el cambio generacional de la directiva, desde 1975, año en el que nos estrenamos, pagando la novatada, ya que se nos fue la mano a la hora de comprar la pólvora de la Descarga y hubiéramos tenido un gran “pufo”, del que nos libramos milagrosamente porque en las navidades siguientes la diosa fortuna fue magnánima con nosotros y dejó una oportuna pedrea, que nos salvo del desastre. ¿Te acuerdas Arturo? Participamos todos decididamente a la fundación de la Federación de Peñas Canguesas de la Pólvora. ¿Te acuerdas Rodri de aquellos bailes y de las veladas de boxeo, que organizamos para sacar el dinero con que pagar las fanfarrias, el vino y los bollos y los demás actos de la Federación? La convivencia durante todos estos años ha ido tejiendo un sentimiento de amistad, que siempre se sobrepuso a cualquier contratiempo y aunque hoy en día ya no hay entre las peñas aquella enorme competencia, que duda cabe que las experiencias vividas han sido las que han posibilitado la realidad presente del Arbolín y del resto de las peñas. Así pues, amigos míos gracias y deseo que este vuestro SETENTA Y CINCO aniversario lo recordemos todos como un hito importante durante muchos años, que nos sirva a los demás de estímulo para llegar tan lejos y a los componentes del Arbolín para celebrar el centenario … y que todos lo veamos. ¡FELICIDADES ARBOLÍN! Salinas, Abril 2005 Fdo.- Rafael Álvarez Flórez
Por Secundino Fernández 02 jul, 2020
Igual que otros muchos cangueses, varios amigos que allá por los comienzos de los años 60 éramos unos chavales, teníamos la no sé si sana pero sin duda buena costumbre de juntarnos al atardecer, cuando nos era posible, para ir a merendar a alguna de las bodegas de Cangas o de los alrededores. Con independencia de la época del año, porque varios de ellos eran estudiantes, o de la etapa en la vida de este grupo, me vienen a la memoria –sin que me olvide del resto- nombres que en mi opinión dejaron marca entre todos nosotros: Pin Rengos, Modesto Freije, Nel Cuesta, Arturo Uría, Falo... Nuestros dos sitios preferidos eran “Casa Sotero” y la “Bodega de Antón” , sobre todo el primero, y ello sin olvidar las muchas tardes de verano en “Casa Lola” , en Llano, después de bañarnos en el río. Cada uno de nosotros aportaba lo que podía: un par de chorizos, unas latas de conservas, unas lonchas de jamón... que juntábamos y comíamos amigablemente al tiempo que tomábamos unos “cachos” de vino de Cangas. Estas “cuchipandas” llegaban a su momento culminante en los días previos a las fiestas de El Carmen: se decía que “primer día de novena, primer día de fartura” ; las mujeres iban a la novena y los hombres a merendar o a cenar con los amigos. En una nota que hice hace algún tiempo, aunque no demasiado, tengo anotados los siguientes nombres: - Víctor Gión Pérez - Joaquín Avello Fernández “Saburcio” - Modesto Freije Martínez - José Pérez García “Pin Rengos” - José Manuel Pérez Rodríguez “Nel Cuesta” - Rafael Álvarez Flórez “Falo” - Arturo Uría Pertierra - Secundino Fernández González Pero al final de esa nota aparece –posiblemente sugerido por “Falo”- otro nombre: Esteban “el de Pepillo”. Me acuerdo de Esteban; fue, en algunos momentos, de mi grupo o hubo una cierta amistad. Sin embargo, no recuerdo que formara parte del grupo inicial de lo que después fue “Barriga Hubiera”, además de que siempre tuve la idea de que habíamos sido 8 los que iniciamos la peña; ahora bien, en esa nota aparece su nombre, y para cuando la escribí mi recuerdo de Esteban ya se había disipado y su nombre sólo pudo llegar a ella porque alguien en ese momento, que estuviera conmigo recordando la pequeña historia, me lo comentara (de ahí que esté al final de la nota y no alineado con los otros 8). Puede que en lugar de 8 fuéramos 9 y que después quedáramos en 8, o que él participara en la primera “edición”, cuando estuvimos con los de Llamas, y que después ya no participara (hasta es posible que Esteban se marchara de Cangas por aquella época). También “Falo” me hizo recordar a Casimiro, un amigo suyo de estudios, fallecido algunos años más tarde en accidente de automóvil y hermano de la que hoy es su mujer, Ana, que vino a alguna de las cenas, y que vivió conmigo y junto a mí la aventura de tratar de esquivar los voladores que, rebotados en los árboles debajo de los que nos habíamos situado, explotaban en torno a nosotros, y de resultas de lo cual unos y otros llevamos por delante la mesa donde habíamos cenado y cuanto quedaba sobre ella, como la olla, que tuvimos que volver a buscar al día siguiente. De esta anécdota saco las siguiente conclusiones: puesto que en 1964 habíamos cenado con la gente de Llamas, hubo de ocurrir en 1966 ya que en 1965 yo estaba en la “mili” y no asistí a la cena; además, si ocurrió en 1966 es que el año anterior no se había cenado allí porque en caso contrario ya se habían visto los inconvenientes de no saber elegir el lugar; finalmente, al año siguiente, 1967, ya debimos elegir el lugar que desde entonces hemos ocupado. Ángel Casimiro Fernández López dejó Barriga Hubiera en el año 1971, ya que se casó en 1972 y marchó a vivir a Cebreros (Ávila) y Esteban Pepillo estuvo los primeros años hasta que se fue a vivir a Oviedo, pero no recuerdo el año concreto. Para la descarga del año 1971 debíamos ser 10: - Pin y Nel Cuesta, que estaban en la “mili”. - Quevedo (no sé cuando ingresó) y Modesto, ambos en la “mili” o en puertas. - Yo, que ya estaba en Gijón, y que no iría este año ni los siguientes. - Otros 5, que debían ser: Arturo, Falo y otros que no sé (para entonces, Gión y Joaquín Avello creo que ya no estaban. Quizá sí estuviera Eloy, hermano de Arturo). (En carta que envío a Arturo el 10-06-1971, explicando y comunicando el envío del dinero que tenía en mi poder, cito a los que están en la “mili” y a los que pueden estar allá para el 15 de julio, más yo que ya anuncio mi intención de no acudir, y añado que “a la hora de la verdad seréis 5”. La deducción es fácil). En la segunda tanda entraron Quevedo. Pin Amador, José Avello, Luis Arce, Joaquim Cuervo, Tahoces, Armando Perchín, Caniecho y Mestas , entre otros. CUOTAS - DINERO: Como todos andábamos escasos de dinero –acaso yo era uno de los que menos, porque ya trabajaba de forma continuada desde 1961-, las cuotas debían ser muy pequeñas; más o menos, lo que nos sobraba de nuestros otros gastos. Sí sé que para 1970-1971 pagábamos una cuota de 50 pesetas al mes. Los fondos de la Peña debían andar al nivel de todos nosotros, porque el 2 de junio de 1971 yo tenía en mi poder, como tesorero, la cantidad de 837 pesetas, parece que de cuotas de todos hasta abril –es fácil que hubiera algún moroso-, y faltaban al menos otras 1.000 pesetas: 2 meses a 50 pesetas por 10 socios. (De la carta que el 10-06-1971 escribo a Arturo –entonces presidente- dando cuenta del giro postal enviado y explicando las cuentas). Arturo siempre fue el Secretario y yo el presidente ANÉCDOTAS Algunas las viví y no olvidé; otras me las recordaron, y el resto las oí contar a quienes las vivieron, aunque de unas y de otras no siempre hay coincidencia total entre nosotros. BARRIGA HUBIERA Me relataron que era una forma de cortesía en Cangas o en su concejo contestar a la invitación hecha de participar en la comida de quién invitaba con un “barriga hubiera…”, como queriendo decir que gustosamente se aceptaría si no fuera porque ya no había sitio para más. Yo no recuerdo en qué momento ni como fue la cosa pero parece ser que estábamos –o estaban algunos de la peña- discutiendo acerca de qué nombre habría de dársele a ésta, y Nel Cuesta, con sus característicos pragmatismo y asomo de cinismo –y en él era éste una virtud y no un defecto-, dijo algo así como “dejáibos de nombres y barriga hubiera pa seguir comiendo”, momento en el que todo el mundo quedó de acuerdo que ése, Barriga Hubiera, era el nombre buscado. Otra versión es que Nel era ajeno a la discusión y que dijo la célebre frase en contestación a alguien de nosotros y en relación con lo que en aquellos momentos se estaba comiendo, y que la misma fue inmediatamente adoptada como nombre para identificarnos y distinguirnos de las otras peñas (El Arbolín y –posiblemente- El Sarmiento). Tengo mis dudas ya que recuerdo a Arturo en la discusión con Nel de si el nombre debería ser Barriga Hubiera (Arturo) o Barriga Habiera (Nel). EL GARRAFÓN No era la primera ni la segunda de nuestras cenas de El Carmen pero sí en los primeros años. Debíamos cargar a hombros con comida y bebida y subirlo hasta el sitio que desde entonces hemos venido ocupando, y no faltaba el “vino de Cangas”, del que solíamos subir un garrafón para que no escaseara. Como la cuesta del Cascarín era un poco dura, había quienes hacían un alto para recuperar fuerzas, y, entre ellos, Nel y Modesto, que subían el garrafón. Bien porque estuvieran más flojos de lo debido y tuvieran que parar muchas veces, bien porque tuvieran sed, lo cierto es que los porteadores llegaron arriba con el garrafón bastante menguado y en una condiciones digamos que poco apropiadas. Creo que fue la vez que Nel tiraba después los voladores “cuerpo a tierra”.
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